Entre las
lecturas, la sesión sincrónica hago recuento de lo que han significado estas
dos semanas en TRAL. En primer lugar una reflexión personal acerca de mi
proceso de “aprendiz” y lo que implica estar en disposición a lo nuevo, darte cuenta que este
proceso de aprendizaje no se detiene, uno es el que algunas veces se baja de
esta actitud de estar en apertura. Que TRAL tiene acompañamiento, pero que ante
todo es un proceso autogestivo no sólo de conocer y ampliar horizontes, de
vencer temores e imaginarios como el que uno es migrante en la red y de alguna
manera justificarse “de no entrarle de lleno” a esta realidad que ya está en
todas partes.
La reflexión
de Ada me movió, cuando menciona acerca del estar solos en la red, y si es una
imagen fuerte esta de la soledad ante la “inmensidad de la red”, le decía en mi
comentario en su blog, que entiendo que
realmente estar en línea, es “otra manera” de estar con otros.
Y para estar
con otros tenemos que ampliar horizontes, encontrarlos en lugares, con ese
propósito, en mi mapa de ruta mencioné explorar Diigo, apenas lo instalé y
guardé el primer documento, falta aún mucho por descubrir de esta herramienta.
Vencí la dificultad de no saber cómo instalarlo, que el buscador no aceptaba
que bajara el programa. Y perseveré en seguirlo haciendo, posiblemente en otro
momento no hubiera continuado.
Lo que si
tengo que señalar es que para mí, si ha representado más de cuatro horas de trabajo, pero muy gratificantes.
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