Desde el inicio de la travesía mi actitud ante el TRAL era de apertura
con temor porque consideraba que
requería de competencias en el manejo de recursos en red que creía que las tenía muy limitadas y que se me
dificultarían mucho. Prevaleció la actitud de apertura a lo nuevo, y si tuve
problemas técnicos, sin embargo, solicité ayuda cuando lo necesité, (con todo y "resistencias” pero consideré que eso no me detendría). A partir de superar
estos problemas, he disfrutado inmensamente TRAL, (con todo y su tensión de
tiempos).
Los procesos de reflexión acerca de los contenidos, me ha llevado a entender
de una manera consciente que las herramientas en la red son vehículos que te
llevan a ampliar tus aprendizajes de todo, que diversifican y multiplica el número de personas con las que
puedes interaccionar. Y que si bien es cierto que uno navega, y reconoce que
aprende, el conectar con conceptos como ambientes personales de aprendizaje y
comunidades de práctica y aprendizaje en línea te lleva a otro nivel, ya que es
un “aprendizaje intencionado” que enriquece el ser navegante por la red.
Observar los blogs de mis compañeros, me dio pistas para entender los
procesos de las personas en línea y sus desarrollos en cursos virtuales. Así me fui dando cuenta cómo iban
reflexionando ante los contenidos y dificultades de la travesía, leía en sus
blogs, sensaciones distintas, de soledad, de novedad, de frustración. Conforme avanzaban los niveles iba viendo como algunos se iban quedando en el
camino y otros nos fuimos atrasando un poco, (de hecho vamos desfasados y en
esta última semana la mayoría hemos tenido que hacer dos niveles, y qué niveles),
y que los llegamos hasta los últimos niveles nos fuimos acompañando más, conociéndonos
y participando en los blogs de cada uno, anunciando lo escrito por el compañero
en Google + y en Twitter. Desde el inicio decidí participar e interactuar
(aunque me cohibía un poco hacer comentarios al trabajo de alguien que no conocía),
conforme avanzaba entendí que una premisa básica de TRAL es la participación ya
que hace que los procesos de autoaprendizaje y aprendizaje colaborativo sean
verdaderamente ricos. Y al menos a mi si fue cierta la premisa, con lo que me
quedo de aprendizaje, no hubiera sido lo mismo sin haber participado.
En la práctica de mi “realidad” he enfocado muchas cosas de forma
distinta, me queda claro que algo básico
aplicable en mi trabajo cotidiano de fomentar las competencias informativas de
los estudiantes, es que ellos hagan consciente sus ambientes personales de
aprendizaje, el beneficio que implica fortalecer sus redes.
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